3. De patrones lingüísticos a estilos de pensamiento
Al estudiar el conocimiento del lenguaje de la gente, la lingüística moderna sigue un principio metodológico general establecido por René Descartes, aconsejó que al abordar cualquier problema, deberíamos comenzar por tratar de dividirlo en partes más pequeñas y manejables. Cuando estudias un nuevo idioma, haya una serie de cosas que debemos dominar, como la pronunciación, el vocabulario y la gramática. Estos se pueden ver como partes separadas de sus conocimientos lingüísticos, corresponden aproximadamente a las partes del campo moderno de la lingüística: fonología, semántica y sintaxis.
La sintaxis en particular estudia y describe lo que la gente sabe sobre la forma de las expresiones en su idioma. Estudia los patrones gramaticales básicos del lenguaje y lo que les da lugar. ¿Cómo describimos lo que la gente sabe acerca de los patrones gramaticales? Para obtener información sobre esto, comencemos con la cuestión más simple de cómo capturamos patrones en cualquier dominio. Lo perseguiremos en relación con una pregunta que siempre está cerca de nuestros corazones: ¿Qué hay para cenar?
Capturar los patrones de esta pregunta ¿Qué hay para cenar?, es la búsqueda acerca de lo que constituye una cena adecuada: lo que puede y debe incluir, la forma que debe tomar. ¿Qué? ¿En qué orden? ¿En qué combinaciones? Algunas de nuestras intuiciones sobre lo que hace que una comida sea aceptable se refieren a lo que comemos. Otras intuiciones por lo que una comida es aceptable se refieren al orden en el que comemos varios platillos. Por último, hay limitaciones en qué combinación de cosas deben aparecer juntas en una sola comida. De la misma manera, en la cultura se produce y consume el lenguaje.
Una idea es dividir los diversos alimentos en categorías y subcategorías. Si nos fijamos en los menús sugerimos aperitivos, artículos principales del plato y postre (categorías). Los diversos alimentos (subcategorías) se pueden clasificar según estas categorías. Con estas clasificaciones, entonces podríamos indicar el patrón de una comida aceptable en términos de arreglos de categorías generales; entrada, plato fuerte y postre. Esta estrategia captura lo que se come (cosas en categorías), el orden en que se comen (expresado por el orden de las categorías generales) y las combinaciones. Es posible que además los alimentos los clasifique en formales e informales. Este ejemplo de patrones de alimentos, sugiere que una estrategia general para capturar todos los patrones que contiene alguna colección de objetos:
1. Clasificar los objetos en categorías generales.
2. Determinar los estados posibles en que observamos cómo se combinan las categorías generales.
Primeramente identificamos las categorías principales generales: sustantivos, verbos, adjetivos y adverbios.
Segundo identificamos las combinaciones aceptables, por ejemplo, de verbos y sustantivos.
Al igual que en el caso de las comidas, estas reglas establecen lo que puede aparecer (las categorías de palabras), el orden en que aparecen (un orden que gobierna a las categorías generales) y sus posibles combinaciones (cadenas de palabras). Una vez más, hay muchos puntos adiciónales y sutilezas. Al igual que en los alientos parece que el orden de combinación aparece en muchas cadenas de palabras. Hay muchas otras categorías adicionales de palabras que enriquecen a la básica sustantivo-verbo: adverbios, intensificadores, conjunciones, preposiciones, determinantes. Esto completa la riqueza del lenguaje agregando más información, presión y posibilidades creativas.
Los resultados anteriores nos permiten formular una hipótesis explícita sobre lo que los hablantes saben cuando tienen un conocimiento sistemático de algún dominio estructurado. Cuando conocen categorías y patrones es posible aprender a dominar la arquitectura de sentencias. Esto sería el tipo de conocimiento que un sintáctico podría atribuir razonablemente a los hablantes del español. Atribuir este tipo de conocimientos a los hablantes constituye una propuesta explícita sobre lo que esos usuarios saben sobre la estructura formal de su lenguaje y de este punto de entrenamiento del lenguaje se dirige a propósitos específico de estilo de pensamiento como: científico, académico, poético, matemático, técnico…