Texto académico

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¿Qué Es Un Provocador De Pensamiento? El Profesor Universitario Moderno  

¿Cuál es la pregunta más propia para hacerle a un pensador? No sé: !¿en qué estabas pensando?¡ ¿Cuál es la respuesta común de un pensador a esta pregunta? No sé: ¿En qué estabas pensando? Una exclamación que a veces resonó por su propia pregunta ¿Qué estaba pensando cuando me salí del camino común a todos?

Parecería que uno debe ser capaz de responder fácil y directamente, a lo que provoca al pensamiento o lo que proporciona una de las condiciones para que uno experimente el robo de atención de alguien en su pensamiento. En cuyo caso, si no se provoca ningún pensamiento termina siendo producido, entonces lo que la mayoría de los estudiantes asume y declara ser provocador de pensamiento, resultaría no ser el profesor sino la literatura que produce el profesor. Un estudiante me preguntó sobre la realidad en el aula universitaria, le aseguré, que solo los que sienten el fracaso en ella, quizá estén interesados en provocar pensamiento en los estudiantes. Pero al intentarlo cada día en veinte años, nos golpea la autoridad universitaria con toda clase de majaderías y la paradoja que provoca, es la tenacidad de provocar el pensamiento en el aula universitaria. Heidegger decía: la mayoría de los que provocan pensamiento es que todavía creen en un mundo cada vez más reflexivo[1].

Un número de películas, videojuegos, pinturas, novelas, poemas, ecuaciones, teorías, conceptos… se dice que nos provocan pensamiento, sin embargo, parece que es necesario ser un mínimo de creativo en estos contextos, para que se dé esta provocación. Es decir, los que evitan el tedio en el aula, la pasividad de solo registrar información, no pueden ser provocados. Es decir, la provocación es un terreno de la curiosidad por procesos creativos. La persistencia en la reflexión de todo lo vertido en un aula, provoca que el pensamiento simple se realice en su mínimo de justificación, fundamento, explicación, discusión y narrativa de la red del pensamiento en cuestión.

No ha muerto la educación universitaria provocadora de pensamiento. No se ha ido todavía. Lo más provocador del pensamiento es que todavía no estamos pensando… aunque el estado del mundo se está volviendo cada vez más reflexivo en las universidades con mejor desempeño académico. Uno de los principales objetivos de la literatura curricular, es contribuir a la disminución persistente de estudiantes pasivos y derroteros, sin carácter intelectual y sin el coraje para adentrarse en lo desconocido. El profesor universitario cuando crea sus contenidos, piensa en provocar pensamiento, que son a su vez un trabajo estimulante.
Para aquellos que paradójicamente son universitarios y no son provocados al pensamiento del estilo científico, literario, poético, matemático… provocar pensamiento resulta un experimento de doble hendidura, la más rica inspiración y el hambre insaciable por lo que todavía no se está pensando.

Referencias

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[1] Martin Heidegger, What Is Called Thinking?, trans. J. Glenn Gray (New York: Harper & Row, 1968), 4.

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Autores:

Eduardo Ochoa Hernández
Nicolás Zamudio Hernández
Gladys Juárez Cisneros
Lizbeth Guadalupe Villalon Magallan
Pedro Gallegos Facio
Gerardo Sánchez Fernández
Rogelio Ochoa Barragán