1. Investigación en línea
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Autores:
Eduardo Ochoa Hernández
Dina Durán Carranza
Nicolás Zamudio Hernández
Gladys Juárez Cisneros
Lizbeth Guadalupe Villalon Magallan
Pedro Gallegos Facio
Gerardo Sánchez Fernández
Rogelio Ochoa Barragán
Avatar: Newton
En occidente, es claro que durante el siglo XX el desarrollo de la idea de educación elemental, comprendía: aritmética, lectura y escritura como habilidades elementales. Pero la UNESCO en su documento “Educación 2030: Declaración de Incheon y Marco de Acción[1]”, considera para la educación elemental, además a la habilidad de investigación en línea. Esto significa que los estudiantes emergen a una nueva habilidad intelectual, importante para fortalecer la democracia, la libertad académica y la justicia con profundas repercusiones históricas frente a la pos-verdad.
Esto significa que todos debemos aprender a manejar herramientas de navegación Web y usar con eficacia lingüística y epistemólogica la información disponible en línea. No importa que se trate de un estudiante, ciudadano, padre o investigador profesional; hay cosas elementales que debemos saber acerca de la investigación en línea.
Los buscadores pueden arrojar de manera sencilla información, pero saber filtrarla e interpretarla para llegar a productos resultado de la investigación en línea, es otro asunto. Esto nos hace plantearnos la necesidad del procesamiento de la información, más allá de la búsqueda, rastreo indexado y consultas sobre internet. Nuestra misión es, ayudarle a las personas a desarrollar habilidades de investigación sobre la Web. La investigación en línea, es una actividad crítica para nuestros estudiantes.
Para comenzar, ahora mismo hay tanta información en línea, en su riqueza y profundidad que casi resulta inmanejable. Pero no siempre fue así. Y lo que es más, necesitamos saber dónde están los límites en su procesamiento. Toda esa información está ahí en la red, por lo que es frustrante afirmar cual de ella es pertinente, vigente y verdadera. Generalmente hay muchos libros y manuales que nos dicen cómo utilizar los recursos digitales en línea. Pero hay una brecha en esos textos: te dicen las diversas funciones de los navegadores y gestores de información, pero no dan respuesta a cómo transformar los resultados en conocimiento útil.
El mundo en línea tiene un inmenso conjunto de recursos a la mano, y sin embargo vemos que la mayoría de la gente realmente no entiende cómo usarlos eficazmente. Todo comienza con una batería de preguntas de investigación, elemento que nos orienta sobre lo que estamos buscando. La pregunta responde a cierta curiosidad acerca de alguna observación en el mundo.
Para escribir un documento, como resultado de la investigación en línea, emprender esta tarea requiere escribir un buen borrador, convirtiendo una serie de notas extraídas de los procesos continuos de investigación en línea, en un discurso estructurado. El primer producto de la investigación en línea, es generar dentro de argumentarios una serie de fichas registro de notas sobre las premisas, justificaciones y argumentos que se han identificado en la revisión del estado del conocimiento.
Recoger las notas puede hacerse sobre una libreta o sobre un gestor de referencias, por ejemplo:
http://zettelkasten.danielluedecke.de/en/
Si entiende lo que lee y lo traduce al contexto de su propio pensamiento, una vez materializadas las notas en su fichero, la serie de notas se convierten en sentencias que se integraran a justificaciones y explicaciones. El banco de notas está en constante cambio en la búsqueda de nuevas conexiones, al deslizarse en los navegadores Web los procesos de investigación. Cuanto más ricas sean sus fichas, más ricos se harán sus propios pensamientos. Dentro de este proceso su mente puede orquestar hechos previamente separados o incluso inadvertidos por falta de ideas más profundas.
Las notas no solo necesitan ser sentencias o cadenas de sentencias, debemos formularlas dentro de un contexto del tema de investigación. Dibujar con notas es crearnos un diálogo en contacto intelectual con la información más relevante y vigente, leer entre textos es algo esencial de la investigación en línea. Por lo tanto, el resultado del borrador jamás es una copia de otros trabajos (plagio), su originalidad es un factor que casi siempre sorprende tanto al profesor como al estudiante investigador.
Cuando extraemos ideas que sirven a un propósito específico de un texto, lo hacemos apoyando argumentos específicos. Traducir al generar notas, es mantener lo más fiel posible el significado original, parafraseando en nuevas sentencias y realizando citas y referencias. Pero, el trabajo no termina aquí, en este punto solo disponemos de un mosaico de ideas y no de un discurso coherente que las justifique, explique y categorice. Si bien las notas de la literatura revisada se almacenan en fichas dentro del sistema de toma de notas, ya están escritas (por el parafraseo) en nuestra propia línea de pensamiento. La extensión de una nota de revisión, realmente responde a las necesidades y a nuestra capacidad para ser concisos al manejar la complejidad de los textos para ser comprendidos. Tomar de esta manera notas de la literatura en línea, es dominar la revisión sistemática como producto de esa lectura que salta entre textos. Tratar cada texto con el cuidado de no falsear el significado de referencia, tiene un propósito claro para cada nota. Tomar nota, es no quedarse simplemente en subrayar o cortar y pegar, dado que no es sostenible lograr un buen borrador si la lectura no va acompañada de escribir notas. En términos de la escritura de notas, es casi tan valiosa esta tarea, como realizar procesos de análisis de datos.
La investigación en línea, tiene como propósito, crear una masa crítica de notas útiles, lo que nos permite controlar nuestro pensamiento sobre la necesidad de más información y la construcción de ideas originales. Puede escribir directamente notas en Mendeley, donde se almacenarán junto con los detalles bibliográficos. Pero tal vez, quisiera escribirlas directamente a un procesador de texto. Diferentes estudios independientes indican que escribir facilita la comprensión. No hay ningún secreto para ello y la explicación es bastante simple: la escritura corrige en el mismo proceso nuestros errores de lógica, obligándonos a pensar detenidamente, de lo contrario, uno no será capaz de entender el principio subyacente de teorías sobre la realidad, las ideas, la estructura, la evidencia, la discusión. Esto lo hace posible el parafraseo de premisas, por otro lado, la simple copia pura de contenido, en su lugar no permite las inferencias sobre los asuntos investigados. Notas literales entre comillas, claro que se pueden tomar, pero el abuso de ellas, es una forma de eludir que nuestro cerebro no tome control sobre la lectura entre diferentes textos (lectura intertextual).
Si bien la selectividad es clave para tomar notas dentro de la habilidad de investigación en línea, es igualmente importante ser inteligentes para discriminar documentos. Aunque, debemos buscar hechos, premisas y argumentos; la gran cantidad de archivos disponibles, desafían nuestra forma de pensar, pero cada ciclo de revisión de literatura y toma de notas, le aseguramos que esa experiencia, no solo le confirmará lo que ya sabe, sino confirmará nuevos datos. Nuestros cerebros cuando están en modo de búsqueda, buscan en el entorno del archivo nuevos datos en apoyo al desarrollo de las ideas que discutimos. Pero por lo general, no somos conscientes que esta experiencia depende de cómo tomar notas, donde el camino positivo, es parafrasear en nuestra escritura cada nueva ficha que se integra al gestor de referencias.
Parece que tendemos a leer las referencias que confirman lo que ya sabemos. Correcto, porque tienen sentido para nosotros. Pero, debemos asumirlas con una mente flexible necesaria para la investigación, mirar lateralmente todo lo que no encaja y todo dato con mayor vigencia y relevancia. Al no comprender la importancia de esta flexibilidad, esto provoca, que nuestro producto (manuscrito) no logre confirmar lo que asumimos con la responsabilidad de ganar profundidad en nuestras ideas. Si uno trata de identificar solo un aspecto problemático del razonamiento humano, se cae en el sesgo en la toma de notas, para que el borrador sea candidato a fracasar, basta con no parafrasear las premisas y solo remitirse a copiar y pegar estas. Incluso los mejores científicos y pensadores no están libres de ello.
El sesgo en la investigación en línea, se resuelve de manera sistemática, en primer lugar, poniendo todo el proceso de escritura en el panorama de un metaargumento: antecedentes - problema - discusión - solución. Y, en segundo lugar, cambiando los incentivos de la búsqueda de hechos de confirmación, a una recopilación de datos por niveles de abstracción, materializados por distintas palabras de búsqueda que se introducen al navegador web. El proceso lineal del metaargumento comienza las premisas a guiar cada proceso de revisión de la literatura. Es una manera de no caminar en círculos. En primer lugar, básicamente este metaargumento fija su comprensión actual, sus líneas de investigación en procesos y perspectivas en la unilateralidad del autor.
Cada cambio de juego de palabras de búsqueda, crea artificialmente un conflicto que nos exige discutir sus hechos y genera desviaciones ricas en la información que apoya las discusiones a favor del éxito del proyecto del manuscrito. Desarrollar ideas de abajo hacia arriba en lugar de lo contrario, nos abre la posibilidad de reconstruir las teorías más perspicaces que encontramos y acogemos en el progreso de nuestras propias ideas. Aplazamos la decisión sobre redactar el documento hasta dar pasos sólidos en una masa crítica de notas, luego de encontrar conexiones relevantes dentro de las mismas y hacer conexiones dentro de justificaciones y explicaciones; solo entonces, damos un paso atrás, para ver lo que se desarrolló y luego, tomar decisiones sobre futuras e inmediatas nuevas revisiones en línea, esto nos obliga a ser selectivos de nuevas palabras de búsqueda y leer con nuevos criterios para generar nuevas notas. Lo que buscamos son hechos e informaciones que puedan añadir algo, nos movemos hacia conexiones de información abierta.
La capacidad distinguir información relevante, es otra habilidad que solo se puede aprender construyendo un discurso que integra fundamentos, justificaciones y procesos de inferencia que nos conducen a sacar ricas conclusiones parciales. Profundizar en las ideas, es la práctica de buscar la esencia y distinguirla de los meros detalles descriptivos. Esto lo hacemos al pensar al escribir, lo que distinguimos al leer entre textos, y componer piezas de texto para nuestras notas. Extraer lo esencial de un texto o una idea y dar cuenta por escrito, es para la comunidad académica una práctica cotidiana en el concierto de ganar experiencia temática.
Los patrones que nos ayudan a navegar entre textos y discursos, son la identificación de teorías, conceptos clave (términos especializados), argumentos a favor y en contra; pero también lo son los estilos de pensamiento que nos revelan modelos mentales y tradiciones intelectuales, podemos recopilar un gran conjunto de datos y fundamentos con herramientas de inferencia deductivas e inductivas. Cuando el análisis por inferencia está a punto, la lectura y la comprensión disciplinar detecta lo verdaderamente pertinente y relevante para nuestro manuscrito. La lectura se vuelve más fácil cuando captamos lo esencial de un tema, y de la experiencia entre textos, captamos un conjunto de estilos de pensamiento.
Pero esta dinámica cotidiana solo puede comenzar si nosotros mismos decidimos deliberadamente hacer de la toma de notas un habito de leer y ser selectivos al respecto, confiando en nada más que nuestra base axiomática biológica para realizar juicios en lo observado. Los libros de texto o la literatura académica en general no pueden quitarnos esto de la manos, por error mucha de esta se crea con el criterio de colocar un punto final, si, el fin de la historia de las ideas. La inmadurez, se materializa por la incapacidad de usar el propio entendimiento sin la guía de los demás. La falta autoimpuesta de no usar nuestra base axiomática para razonar la información, atrofia el propio entendimiento, por lo tanto cancela el futuro de ser autodidactas y responsables de nuestro propio destino profesional. La capacidad de usar nuestra propia comprensión es un desafío, no un hecho.
El problema de selectividad de textos para la toma de notas, parece ser que no refiere a la memoria de corto plazo, sino a la memoria de largo plazo para desarrollar puntos de referencia para distinguir las cosas importantes de las meras accesorias, la nueva información y nuevos datos. Uno tiene que leer cuidadosamente tomando distancia del camino reflexionado y selectivamente extraer referencias y conectarlas entre textos. Uno tiene que ser capaz de seguir notas a nuevos horizontes teóricos y prácticos. El mejor método es tomar notas (parafrasear) que condensen la información, desplazando nuestra atención por diferentes espacios de significado. En este proceso, tiene sentido siempre hacernos preguntas y a menudo las notas dan respuesta a las preguntas, ya que estas son el instrumento de gestión de la investigación en línea.
Entre más practique la toma de notas, más veloz y eficaz se volverá su habilidad de investigación. Con la práctica de escribir notas, se hace más rico nuestro vocabulario, expresándonos de mejor manera y simplificando la complejidad. Los lectores de sus manuscritos no solo agradecerán su calidad, sino la elegancia que beneficia conversar y ganar profundidad al pensar los temas. Esto demuestra que los lectores que practican la toma de notas y la investigación en línea ponen a punto su habilidad intelectual analítica de información.
La capacidad de detectar patrones de premisas, cuestionar marcos de referencia y detectar distinciones hechas por otros, es la condición previa para pensar críticamente y mirar por dentro de la estructura de las ideas, ser capaz de hacernos preguntas y afirmaciones por inferencias importantes para paliar nuestro conocimiento sobre cualquier tema de interés.
[1] UNESCO Education 2030: Incheon Declaration and Framework for Action ED-2016/WS/28 https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000245656