Iniciación a la Lectura Crítica y Expresión Escrita Académica
¿Qué hace que ciertas personas sean realmente buenas en el uso del lenguaje? ¿Qué les da la capacidad de elegir palabras correctas para frases elocuentes y crear piezas de texto con elegancia y profundidad? La mayoría de nosotros estamos seguros de que sabemos la respuesta a estas preguntas: el talento, una habilidad que particularmente viene con el esfuerzo intelectual. Cada vez que encontramos personas que son grandes en lo que hacen, ya sean escritores, científicos o ingenieros, asumimos por error que nacieron con sus habilidades.
Pero en el campo de formación científico, los investigadores han estado demostrando, una y otra vez, que el talento natural innato es un mito. El misterioso proceso de educación universitario durante el cual lo que en principio es difícil en los procesos de disertación, se vuelve más fácil progresivamente entre más horas de experiencias y, más placentero, conforme la práctica se vuelve un arte.
Los científicos concluyen en sus investigaciones sobre la expertise: el genio o la experiencia no es magia y no se nace[1]. Sucede porque algunas hábitos intelectuales se alinean para que una persona de buena inteligencia pueda con el esfuerzo sostenido y enfocado lograr un dominio extraordinario[2]. Esas hábitos incluyen comenzar temprano en la vida, en encontrar grandes profesores y grandes obras de literatura, ensayar un día, y al otro volver a ensayar modificando conscientemente algo en nuestro favor, en seguida continuar sin parar este flujo.
Pocos de nosotros tenemos la suerte de encontrar temprano nuestro camino elegido. Pero no importa la edad que tengamos, todos podemos hacer uso de la poderosa herramienta de prender a pensar escribiendo y leyendo lento. Esta práctica literalmente cambia nuestro cerebro. Esto se debe a que nuestro cerebro tiene una plasticidad que le permite incorporar nuevas capacidades intelectuales.
En estos días, muchos estudiantes universitarios se ven impedidos de alcanzar su potencial porque se les ha dicho por error, que estar informados sobre algo, es lo mismos que aprender a agenciar su propio conocimiento. Si quieren llegar a ser grandes pensadores profesionales, necesitan un profesor que les permitan debatir las ideas, y literatura que les permita ver las habilidades que necesitan para practicar el estilo creativo de la ciencia, el arte, la ingeniería y el diseño. Al hacerlo, dejan atrás el mito del talento innato, y en cambio se fija en el camino hacia la sabiduría por autonomía dentro de procesos intelectuales.
Piense en su autor favorito creando un libro, música, ciencia…, puede ser difícil ver a través del arte aparentemente sin esfuerzo las habilidades debajo en la estructura de dicha obra. Esto es especialmente así con el arte de aprender a pensar escribiendo y leyendo en todo nivel de estudios universitarios. El aprendizaje de aprender pensar escribiendo, tiende a centrarse en el producto terminando después de una serie de borradores.
En los talleres y seminarios de escritura de disertación, los productos son borradores de manuscritos. Lo que interesa, sin embargo, no es lo escrito, sino lo que realmente estamos haciendo como arte cuando escribimos. ¿Qué habilidades estamos usando? ¿Qué es lo que hacen los titanes de las letras que nosotros requerimos trabajar más para encontrar nuestros estilo?
Estas preguntas deben preocuparnos durante toda nuestra vida intelectual. Escribir es una habilidad y de un tipo de aprendizaje del más complejo, fascinante y todo una arte del acto de pensar y sentir. Sus entrenamientos observados al parejo en las obras de los maestros de la literatura, borradores que muestran esos componentes literarios, de disertación…, finalmente, se domina una a una toda la habilidad compleja del arte de pensar al escribir. Así que el aspirante a escribir en el arte de la disertación, la poesía, la matemática…, podrá comenzar practicando, manteniendo sus ojos atentos a imitar los recursos literarios de razonamiento, de sintaxis; luego agregará sus propios ensayos de estilo. A medida que estos pensamientos escritos pasan a madurar en sintaxis, elegancia y pulido de erratas, puede con maestría lograr en su escritura una voz potente.
¿Cuáles son las habilidades que componente el trabajo complejo de escribir, como el arte de la disertación y transformación intelectual de nuestra persona? Quizá podamos iniciar con una frase simple: ten algo nuevo que decir, y has que tu escritura lo diga de la mejor manera posible. Con el tiempo las habilidades dejaran de ser artesanales, todo depende de adjuntar a nuestra persona nuevas facultades intelectuales bien apoyadas en la mejor literatura, así la memoria de trabajo, la curiosidad y la imaginación mejorando establecerán una relación natural con nuestro pares lectores. La educación universitaria entre otras cosas, tiene como propósito usar con maestría la precisión y el poder de disertación como medios para el aprendizaje complejo.
Todo buen escritor debe ser capaz de conectar sus notas en arquitectura de razonamiento, llegar a cosas que decir al mundo y debe, con habilidad exquisita, seleccionar las palabras para comunicar esas cosas. Entonces, ¿qué estamos haciendo cuando escribimos? Estamos ejercitando neutro discurso y la habilidades construir conocimiento en primer plano para nuestra persona (agencia) y en segundo plano para compartirlo (transmisión del conocimiento). Al menos debemos cada día intentar que la lógica con que establecemos conexiones entre premisas, hechos, evidencias, teorías, conceptos…, lo hagamos realmente con esas habilidades y dejemos las tentaciones de cortar y pegar texto (plagio).
Después de haber sido profesor universitario y promotor de la escritura por dos décadas, considero la lectura lenta y la literatura en la vida académica; sé que muchos están tan ocupados en la información como progreso, y nunca se dan el tiempo de aprender el arte de pensar apoyado en la escritura de disertación y el desarrollo de literatura en sus habilidades intelectuales. Pero no hay otra manera formal de convertirse en buen universitario creativo y con una voz potente para hablarle a su sociedad.
La voz de un escritor, entonces, es el resultado de las decisiones que toma sobre las palabras y sobre su ensamblaje al juntarlas. Algunas de estas opciones, son inconscientes y otras el resultado del diseño consciente. Pero cuanto más te haces consciente de las posibilidades del lenguaje, más ampliarás el repertorio de opciones. A medida que aprendes más sobre cómo tomar estas decisiones y experimentes con ellas en diferentes situaciones, también, inevitablemente desarrollaras tu propio estilo, voz y vocabulario.
Tomar estas decisiones, permite asegurar, no una tarea, por contrario, ejercer la habilidad de componer con palabras uno de los grandes placeres de ser escritor. Al aprender un mosaico de aquitecturas de sentencias (oraciones), desarrollará una comprensión consciente de las habilidades practicas en apoyo a la producción de unidades de escritura: sentencias y cláusulas. Aprende a crear sentencias es empoderar al escritor. Ser capaz de hacer uso del poder de las palabras en sus categorías gramaticales, le hará una persona más segura de sí mima cuando trabaje en sus páginas del manuscrito. Si no hacemos un uso regular de nuestras habilidades del lenguaje escrito, esas habilidades lejos de consolidarse se desaparecerán. Escribir sentencias al tomar notas de modo cotidiano mantiene nuestras habilidades de lenguaje en forma y nuestro cerebro saludable. Y cuanto más aprendemos sabe cómo funcionan las palabras, mejor entenderemos el arte de pensar al escribir. Aprender a hacer sentencias elegantes, precisas y justas para un ritmo de pensamiento, no solo le permitirá comunicarse bien, tendrá confianza de hablar por escrito asuntos importantes. La mayoría no se ha dado cuente que escribir es un oficio que debe tomarse muy en serio en su constancia en el día a día.
Para muchas personas, la práctica significa hacer ejercicios sin sentido, como memorizar las tablas de multiplicar. Pero ejercicios y práctica no son lo mismo. La práctica es conjugar habilidades intelectuales con objetivos para una mente comprometida. Se aprenderá en la práctica a escribir diferentes performance de disertación, tratado de escribir algo bueno. La práctica es la curiosidad comprometida con alzar la excelencia en la escritura, esencialmente es un proceso diseñado para repetirse en la mejora de cada nuevo borrador. La repetición incrusta un estilo de pensar en nuestro cerebro. Y cuanto más tiempo y energía se invierta en la práctica, más crecerá la habilidad artística de su intelecto.
Estas habilidades son objetivos de aprendizaje que se reflejan a través de procesos conocidos y fragmentados de los talentos necesarios para escribir al pensar. Con el tiempo, después de haber practicado esos fragmentos de habilidad una y otra vez, entonces serán capaces de dominarlos todos y ganar fluidez en la construcción de piezas de texto.
Referencias
[1] Rosch, David. (2018). An Expert on Expertise: An Interview with Dr. Anders Ericsson. Journal of Leadership Studies. 11. 10.1002/jls.21556.
[2] Stoeger, Heidrun. (2013). Learning as a Creative Process. 10.1007/978-981-4021-93-7_1.
En este mismo sentido, el logro de los objetivos para sí se traduce en que al enfrentarse a conocimientos avanzados en su formación posterior, reduce la complejidad y la sensación abrumadora de intentar abordar lo imposible, el lector se formará en el pensamiento reflexivo dentro de la metodología de la escritura creativa.
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Autoevaluaciones de la asignatura
Iniciación a la Lectura Crítica y Expresión Escrita Académica
Contenido
1. Lenguaje y biología
2. La ciencia en la lectura
2.1 La experiencia de leer
2.2 El lector
2.3 El libro como provocación
2.4 ¿Qué hay tan bueno en los libros?
2.5 ¿Por qué leer?
2.6 Leer en la escuela
2.7 La biblioteca
2.8 El libro en el espacio virtual
2.9 Lo literario
3. Redacción
4. Redactar, desde la perspectiva literaria
4.1 Escribir ciencia y paladear ficción, criterio para la juventud
4.2 Estructuras y genios malignos
5. Las piezas lingüísticas del discurso: redacción de sentencias
5.1 ¿Qué son las sentencias?
5.2 Escritura eficaz
5.3 La sentencia como estructura en movimiento
5.4 Análisis de abajo-arriba
5.4.1 Piezas de una sentencia
5.4.2 El sujeto
5.4.3 El verbo
5.4.4 El objeto
5.4.5 El complemento
5.4.6 Los adverbiales
5.5 Sentencias simples
5.5.1 Sentencias compuestas
5.6 Sentencias complejas
5.6.1 Sentencias compuestas complejas
6. Cadenas de sentencias
6.1 Sentencias núcleo
6.2 Piezas adjetivas
6.3 Sentencias acumulativas
6.4 La lógica de armar un párrafo
6.5 El estilo
6.6 La estructura simple del discurso académico
6.7 Definiciones
6.8 Distinciones
6.9 Análisis
Referencias
Autores:
Eduardo Ochoa Hernández
Dina Durán Carranza
Nicolás Zamudio Hernández
Gladys Juárez Cisneros
Lizbeth Guadalupe Villalon Magallan
Pedro Gallegos Facio
Gerardo Sánchez
Fernández
Rogelio Ochoa Barragán